¿Ganas de vacaciones? Elige los Dolomitas vénetos, elige Cadore. Si tu deseo es pasar las vacaciones en familia en medio de la naturaleza, el pueblo de Caralte es lo que buscas.
En el pueblo se pueden realizar diferentes actividades y dar paseos al aire libre; una de las atracciones más deseadas del lugar es el parque de aventuras, que con sus rutas ofrece una hermosa experiencia a base de poleas, mosquetones y mucha diversión. En el centro del parque hay un estanque artificial donde se puede nadar, perfecto para refrescarse en un día de calor bochornoso, pero si no eres un amante del agua fría, tienes la posibilidad de tomar el sol en el islote del centro, accesible a través de un pantalán de madera, o en las tumbonas dispersas por aquí y por allá. En el otro lado del pueblo puedes encontrar un pequeño centro deportivo, equipado con canchas de fútbol, tenis, minigolf y un parque infantil.
Si prefieres pasear por el bosque, también puedes, no te preocupes. Aparte de los numerosos senderos y recorridos más famosos, como la Vía de los papas o la Travesía de Cadore, nosotros aconsejamos algunos paseos en particular: el primero es el del Col di Caralte, que después de una media hora/cuarenta minutos de camino en subida no demasiado fatigosa, lleva a la cumbre de la colina, donde el bosque se abre en dos magníficos claros, punto de destino del paseo.
Otra ruta digna de mención es la que conduce al Sas de la reina Margarita, como se le llama localmente. La carretera circular está medio asfaltada y permite el regreso a lo largo de una ruta diferente; un poco más adelante de donde las dos se encuentran se ubica precisamente el Sasso della Regina, la roca donde la reina Margarita, de retiro en Perarolo di Cadore durante sus vacaciones, se sentaba a comer algo durante sus paseos. A lo largo del recorrido te encontrarás con algunos animales realizados en madera que forman parte del proyecto «Los sonidos del bosque», que al pasar delante de la fotocélula emitirán sus sonidos típicos; a lo largo del mismo camino se encuentra también un recorrido de ejercicios.
Si se va más allá del Sas y se atraviesa la zona industrial de Caralte, se puede llegar a la pasarela suspendida, una especie de puente para los adictos a la adrenalina de unos cuarenta metros de altura y suspendido sobre el lecho de un río, que se puede recorrer únicamente a pie o con la bicicleta en la mano, no sobre el sillín. Una vez cruzada la pasarela, se llegará a Val Montina, la primera zona alpina salvaje reconocida en Europa.
Si en vez de adrenalina prefieres un tranquilo paseo a caballo, el pueblo de Caralte, a pesar de tener solo doscientos habitantes, también cuenta con un centro ecuestre, a unos pasos de las instalaciones de La Genzianella.
Entonces, ¿a qué esperas? No querrás dejar escapar esta fantástica oportunidad, ¿verdad?
Ponte en contacto con nosotros, en el B&B La Genzianella disponemos de habitaciones familiares con desayuno y apartamentos.